A las puertas de un Congreso iluminado en color morado, decenas de miles de personas se congregaron el miércoles 3 de Junio  para gritar "Ni una menos", reclamar que ya no haya más víctimas de violencia de género y pedir que las instituciones brinden los instrumentos necesarios para garantizarlo.

“Ni una muerta más, ni una mujer menos”

"No queremos más mujeres muertas por femicidio. Las queremos vivas. A todas. Ni una menos", sentenció el actor Juan Minujín al leer el documento central en el acto realizado frente al Parlamento argentino,  ante los miles que demandaron ponerle un freno a la violencia machista.

Con lágrimas de sangre maquilladas en los rostros, carteles con el mensaje "basta de femicidios", pancartas con pedidos de justicia, camisetas con la leyenda "Ni una menos", personas de todas las edades colmaron uno de los principales puntos de la capital argentina, donde la concentración tuvo su principal expresión.

La convocatoria, surgida el mes pasado en las redes sociales tras el crimen de una adolescente, se repitió en otras 80 ciudades argentinas, en Uruguay, Chile y Miami.

A la manifestación fueron hombres pero, sobre todo, fueron mujeres que sintieron rebasar el límite después de los distintos casos de víctimas de violencia de género asesinadas que se conocieron en los últimos meses.

El reclamo que se viralizó en las redes sociales y el miércoles movilizó multitudes en las calles con el apoyo de desconocidos y figuras públicas como la presidenta Cristina Kirchner, el astro del fútbol Lionel Messi, la activista por derechos humanos Estela de Carlotto, y decena de artistas más, pero también personajes como Marcelo Tinelli, que si bien adhirieron con su leyenda “Ni una menos” en las redes sociales, es uno de los principales exponentes de la cosificación a la mujer.

'El machismo mata'

"Esto es por la vida, basta de muertes", "El machismo mata", "Ni la ropa ni las costumbres pueden justificar el abuso" fueron algunas de las pancartas que elevaron frente al Congreso en Buenos Aires, y también en el centro de Santa Fe, Bariloche y Córdoba.

La dibujante Maitena subió a la tarima junto a los actores Juan Minujín y Erica Rivas para leer un documento que reclamó la aplicación de la ley de protección integral contra la violencia hacia las mujeres, aprobada en 2009 pero carente de una reglamentación efectiva que proteja a las víctimas.

La presente ley tiene por objeto promover y garantizar:

a) La eliminación de la discriminación entre mujeres y varones en todos los órdenes de la vida;

b) El derecho de las mujeres a vivir una vida sin violencia;

c) Las condiciones aptas para sensibilizar y prevenir, sancionar y erradicar la discriminación y la violencia contra las mujeres en cualquiera de sus manifestaciones y ámbitos;

d) El desarrollo de políticas públicas de carácter interinstitucional sobre violencia contra las mujeres

e) La remoción de patrones socioculturales que promueven y sostienen la desigualdad de género y las relaciones de poder sobre las mujeres

f) El acceso a la justicia de las mujeres que padecen violencia;

g) La asistencia integral a las mujeres que padecen violencia en las áreas estatales y privadas que realicen actividades programáticas destinadas a las mujeres y/o en los servicios especializados de violencia.

"Confío en la gente que es la que puede cambiar las cosas", dijo Maitena ante una marea de familias y estudiantes, mayoritariamente mujeres que asistieron en grupos de vecinas, de estudios o de trabajo.

María Elena Cornide, dirigente empresarial, consideró que el acto del miércoles significaba "un despertar social", dijo al advertir que "la violencia familiar no es el único flagelo que sufre la mujer".

Familiares de mujeres que murieron a manos de sus parejas o exparejas, y sobrevivientes que quedaron ciegas o cuadrapléjicas de los golpes de esos hombres con quienes un día tuvieron hijos estuvieron en la concentración para clamar #NiUnaMenos.

Por su parte la presidenta Kirchner advirtió sobre lo que considera "una cultura devastadora de lo femenino".

Lejos de abandonar rápido el lugar una vez que terminó el acto oficial, decenas de grupos de mujeres bailaron en rondas, tomadas de las manos, y gritaron al cielo consignas contra el machismo en una suerte de catarsis colectiva en plena calle. 

La masiva movilización contó con el apoyo de organizaciones humanitarias, estudiantiles, sindicales, judiciales, de todos los partidos políticos e incluso de la Iglesia católica.

También miles de personas se movilizaron en Uruguay al grito de "Ni una muerta más, ni una mujer menos", mientras que en Santiago, un centenar de personas se sumó con pancartas que decían "Con luto y con rabia".

"No son asesinatos cualquiera. No son casos aislados. El feminicidio se está extendiendo y multiplicando", dijo a la AFP Soleil Espinoza, una de las manifestantes en México, frente al monumento del Ángel de la Independencia.

"Esta movilización tiene lugar porque hubo tres feminicidios emblemáticos recientemente", explicó a la AFP Fabiana Túñez, de la ONG Casa del Encuentro.

Los casos que menciona Túñez son el de dos mujeres, una acuchillada en un kínder frente a sus alumnos pequeños, otra apuñalada en un bar porteño a plena luz del día y el de una niña de 14 años embarazada y cuyo novio quería obligarla a abortar.

Según la investigación esta última, Chiara Páez, fue asesinada a golpes por su novio de 16 años con ayuda de la familia de él y enterrada en el patio de la casa. El caso detonó el mes pasado la campaña en las redes #NiUnaMenos.

"Esto marcó un punto de inflexión social y político", apuntó Túñez.

Según esta ONG, en 2014 se produjeron en Argentina 277 femicidios como resultado de los cuales 330 niños quedaron sin madre. Eso significa que una    mujer murió cada 31 horas

La línea telefónica 144.  Un equipo interdisciplinario para permitir eficaz atención a víctimas de violencia domestica