Febrero es el mes que esperan todas las murgas para poder salir a mostrar su trabajo y sus producciones realizadas durante el año. Las plazas retumban de ensayos, las murgas construyen colectivamente un espacio de pertenencia y de integración donde niños, niñas, jóvenes y adultos se encuentran para compartir saberes y continuar la historia de las murgas y corsos.

Este año los corsos de La Matanza se vivieron de forma intensa, hubo muchas problemáticas en Ciudad Evita con el tema de los permisos por la ordenanza municipal N° 11.290 que menciona sobre los Festejos de Carnaval en virtud de la proximidad de los festejos y con el objetivo de salvaguardar la seguridad y salubridad de la población, la Secretaría de Control Comunal recuerda que éstos pueden realizarse exclusivamente en predios cerrados y adecuados a esos fines, quedando excluidos los espacios públicos debiendo realizar una acreditación de pago.

“ Desde lo personal, siempre tratamos de consensuar y seguir todos los pasos legales para realizar el festejo carnavalero, pero esta ordenanza vigente del año 98 con una modificación en el 2001 y con una implementación fuerte que prohíbe constantemente la utilización del espacio de la vía pública perjudica a la cultura popular y a los espacios independientes y autogstivos ya que al margen de no poder realizar el festejo no nos da la posibilidad de autogestionarnos para mostrar el trabajo de todo el año de la murga.” Nos cuenta Miguel Meira, murguero de Ciudad Evita.

“No le toca a todas las murgas. Desde que presentamos la ordenanza en el 2012  de patrimonio cultural que legitima como ente cultural canravalero histórico en la Matanza el carnaval, tuvimos muchas problemáticas. Empezamos a discutir la ordenanza presentando tres proyectos distintos con un encuentro de más de 400 murgueros de La Matanza donde queda claro que una y otra vez hemos intentando construir en conjunto con el municipio pero no hemos recibido respuesta. Creemos que somos artistas de La Matanza y promotores de la cultura popular.”

Los murgueros siguen encontrándose y realizando sus corsos, esperando que con organización y diálogo cada vez puedan tener más apoyo.