La UFI de los Tribunales de La Matanza, especializada en homicidios dolosos y averiguación de causales de muerte, en base a los elementos de prueba que obran en su poder, cambió la carátula del caso de Maida Daiana Mogarín de “suicidio” a “homicidio culposo” en carácter de Maltrato a la Mujer e investiga el rol que le cupo a la pareja de la joven, que apareció muerta en su domicilio de Virrey del Pino el 11 de julio pasado.
El caso de Maida Daiana Bogarin, una joven de 24 años que en julio fue hallada muerta en su casa de Virrey del Pino, ubicada en la intersección de las calles Remedio y Santiago a la altura del km 44 de la ruta 3, tomó para sus familiares un giro esperado en la causa. La familia de la joven apuntó siempre contra su pareja, que según señalan la maltrataba y sospechan que puede ser el autor del hecho.
Violencia de género
En primer término, la investigación apuntaba a la hipótesis de un suicidio, pero la ante la intervención de la familia que siempre descartó de plano esa posibilidad, averiguaciones posteriores determinaron que hasta hacía una semana la víctima vivió con su pareja y según testigos, ejercía sobre ella violencia de género, donde la maltrataba y sus allegados no podían intervenir porque la había aislado de sus contactos y familiares.
Las amenazas recrudecieron cuando la joven decidió poner fin a la relación. Y en ese sentido, amigas de Maida declararon que luego que la misma optara por romper el vínculo, su pareja la había amenazado de muerte y según un mensaje de WhatsApp que obra en poder de la Justica, ella le preguntó si le iba a pegar un tiro y el sospechoso le dijo ‘no, al final creo que te voy a dejar sufrir’. El sospechoso es Miguel Lazarte, domiciliado en el Km. 37 de la misma localidad, que por el momento no está detenido hasta tanto avance la investigación.
Interviene en la causa la UFI de los Tribunales de La Matanza especializada en homicidios dolosos y averiguación de causales de muerte y la investigación está a cargo del fiscal Gustavo Arribas.
Más detalles del caso
El miércoles 11 de julio a eso de las 16:30, en su domicilio de la localidad de Virrey del Pino, Maida Daiana Bogarín, de 24 años fue hallada muerta por la policía. La joven -mamá de una nena de 4 años que ese día estaba al cuidado de su abuela- no contestaba las llamadas desde el lunes anterior y por eso su padre recurrió a las autoridades policiales de la Comisaría del Km. 44, que ingresaron al lugar y la encontraron tirada en el piso con golpes en la cara y una bufanda anudada a su cuello.
Los familiares de Maida, lejos de quedarse con el profundo de dolor que impacta profundamente sobre todo en los primeros momentos, se organizaron y pidieron insistentemente ante las autoridades judiciales que se esclarecieran las circunstancias en que se produjo deceso de la joven, ya que siempre consideraron que era imposible que se hubiera suicidado como intentaron proyectar por las primeras investigaciones.
El principal apuntado por los familiares es la ex pareja de la joven fallecida, un hombre que según sostienen desde el seno familiar de Maida la “maltrataba verbalmente, físicamente y psicológicamente”.
Según relatan, una semana antes se habían separado, situación que tuvo como consecuencia que Maida reciba amenazas constantes mediante llamadas y mensajes a su celular. Otro de las situaciones que incomodaba era la familia, la imposibilidad que Maida tenía de verlos, porque a su ex pareja no le “gustaba”.El feriado del 9 de julio fue el último día en que sus allegados la vieron con vida. Después de varios días sin saber nada de ella, la fueron a buscar a la casa y la encontraron sin vida.
Mónica, tía de la joven, describió que cuando llegaron a la casa Maida estaba enroscada con una bufanda aunque no estaba colgada. “Es raro el nudo que tenía y como estaba agarrado el pelo a la bufanda, no daba la impresión que era un suicidio. Ella no tenía ninguna razón para quitarse la vida, amaba a su hija”, aseguró.
Según cuenta la tía de Maida, ese mismo día en que la encontraron, en horas de la noche desapareció documentaciones de la casa, lo que terminó de elevar todas las sospechas sobre quién pudo haber sido el que le quitó la vida.
Su ex pareja nunca se acercó al lugar y quiso entrar al velatorio de la joven aunque no fue dejado por los familiares que tiene serias sospechas sobre él. “Cerró su Facebook y cambió su número. Es una impotencia total”, agregó a Mónica.