Guaidó llegó desde Paraguay, en medio de una gira regional para ratificar el apoyo del Grupo de Lima a la oposición venezolana.
El joven dirigente prepara su regreso a Caracas para la semana próxima, y el Gobierno, a través de la Cancillería, lanzó una fuerte advertencia a Nicolás Maduro para que respete su seguridad y no lo detenga
Guaidó le agradeció a Macri las referencias a la situación crítica que golpea a Venezuela en el discurso de apertura en la Asamblea Legislativa. "Cuando se veía todo oscuro en Venezuela, se oyó la voz de muchos líderes, entre ellos, la de usted, señor presidente, lo que nos ayuda a seguir adelante", dijo Guaidó
Después de abandonar Olivos, Guaidó ofreció una conferencia de prensa en el Palacio San Martín, sede de la Cancillería para luego dirigirse a centenares de venezolanos residentes en el país que apoyaron con cantos al presidente encargado e insultaron al líder chavista, Nicolás Maduro.
"El dilema hoy en Venezuela es entre pobreza y miseria, y progreso y prosperidad (...) Por acción u omisión el régimen de Nicolás Maduro es un régimen asesino", dijo Guaidó. "El 80 por ciento de las Fuerzas Armadas están a favor del cambio (...) Hay 600 militares en este momento en Cúcuta, que es el 20% de los que estaban acantonados (en el estado de) Táchira", Guaidó durmió ayer en Buenos Aires tras comer con funcionarios argentinos y volaba hacia Ecuador para ser recibido por el presidente Lenín Moreno.
Sin embargo una publicación con redacciones en Ciudad de México y Buenos Aires, ha revelado que en la Reunión del Cartel de Lima, en Bogotá, el vicepresidente Mike Pence trazó al presidente “encargado” Juan Guaidó, un duro diagnóstico de todo lo que estaba fallando en la ofensiva contra el gobierno chavista.
El mayor reclamo fue por la continuidad de la adhesión de las fuerzas armadas a Maduro. Hasta ahora sólo unos trescientos efectivos han abandonado al gobierno, sobre un total de 300 mil hombres armados. Nada.
Según la publicación, Guaidó había prometido al gobierno de Estados Unidos que si la mayoría de los líderes del mundo lo reconocían como la máxima autoridad de Venezuela, al menos la mitad de los oficiales iban a desertar. No ocurrió. Estados Unidos logró que 50 presidentes reconocieran al presidente de la Asamblea venezolana, pero hasta ahora las fuerzas armadas siguen junto a Maduro.
Tras el duro reclamo de Pence, Guaidó empezó una ofensiva desesperada a través de sus cuentas de redes sociales, llamando a los principales mandos del Ejército venezolano, para forzar su deserción. Hasta ahora no se ha comprobado que esa nueva táctica, ni la amplificación mediática de las pocas deserciones que se producen, haya conmovido los cimientos de la alianza de los militares venezolanos con el gobierno chavista.