Viva la Pepa es un grupo de personas relacionadas con la Escuela de Arte Leopoldo Marechal, docentes y estudiantes, por ahora. El objetivo de esta presentación, entre otros, es que seamos mucha gente más: auxiliares, directivos/as, preceptores/as, incluso vecinos o cualquier interesado/a. Viva la Pepa busca impulsar el debate y todo tipo de actividades en torno a los problemas que trae el patriarcado, sistema de pensamiento que se mete en nuestros cuerpos y nuestras vidas, que sufrimos tanto los varones como las mujeres (aunque más las mujeres). Amparado en argumentos tan retrógrados como la naturaleza o los designios divinos, el patriarcado afirma que los varones son superiores en capacidades psíquicas y físicas a las mujeres y, por lo tanto, atribuye roles a las personas según su género y condena a aquellas que no cumplen con esos roles.
A saber: las mujeres deben ser madres, cuidar a su marido y sus hijos dejando en un segundo plano a su vocación o cualquier otra actividad. Las mujeres deben cuidar a su pareja, estar siempre bien para sus maridos. Los varones son los jefes de familia, encargados de mantener económicamente al grupo familiar y están despojados de los deberes relacionados con los quehaceres domésticos. Las mujeres son sensibles y más hábiles para actividades manuales y relacionadas con el cuidado de las personas (docentes, enfermeras, amas de casa, camareras). Las mujeres deben dejar en un segundo plano su apetito sexual y priorizar el de su compañero masculino. Uno de los grandes prejuicios del patriarcado es: las mujeres están despojadas de deseo sexual o sus deseos son más débiles que los de los varones. Todo esto da pie a la doble moral que aplaude a los varones con una vida sexual activa y condena a las mujeres con las mismas características. Y hay muchos más… El patriarcado es un sistema de pensamiento que engloba a otros conceptos como el de heteronormatividad (prejuicio de heterosexualidad, como si esta fuera una condición, nuevamente, “natural”) y el binarismo sexual que encasilla nuestros cuerpos en dos identidades sexuales representadas en “varón” o “mujer”. Esto está refutado desde la biología (por la existencia de las personas xxy) y desde las expresiones identitarias trans que no solamente manifiestan mixturas con respecto a la identificación femenina o masculina sino que muestran que la identidad de género no permanece siempre igual sino que puede ir cambiando, yendo y viniendo (lo que Butler llama el carácter performativo del género). Todos los prejuicios derivados del patriarcado generan infelicidad, violencia y odio.
Todo esto se manifiesta ante nosotros como evidente en las muertes de mujeres -cis o trans- ,(por suerte, y no desde hace tanto tiempo, llamadas femicidios) que aparecen en los medios de comunicación como consecuencia de violaciones, ataques por parte de familiares, o lisa y llanamente, desapariciones. Estos hechos son evidencias más que innegables de que hay un problema en nuestra sociedad con respecto a los derechos humanos de las mujeres. Pero también hay violencias cotidianas que son, en muchos casos, imperceptibles para quien no esté alerta por lo acostumbradas/os que estamos a ellas y que derivan de los mismos prejuicios que venimos mencionando. Las actividades que venimos realizando como Viva la Pepa buscan, entonces, desarmar estos prejuicios para contribuir a nuestra formación como docentes, artistas, pero también, como personas.
Como Viva la Pepa, tanto el año pasado como este hicimos, en los días previos a la movilización en contra de la violencia machista, más conocida como “Ni una menos” actividades preparatorias y de difusión de la problemática. En 2015 un taller de pancartas y este año armamos un mural interactivo para dar cuenta de las violencias cotidianas. También, el año pasado hicimos unas jornadas sobre la ley de Educación Sexual Integral (sancionada en 2006 y que cuesta tanto implementar) ya que es una herramienta completísima y fundamental para desarmar al patriarcado. Por último, la actividad que se enmarca en la consigna “Se trata de no + Trata”, nos parece muy importante porque nos permite recibir en nuestra querida escuela a gente hermosa y que tiene nuestras mismas preocupaciones para sumarnos al mes de lucha contra la trata de personas y trabajar de manera transversal con compañeras y compañeros de la sede de Catán (con Ana González Seligra y Romina Romero a la cabeza) de esta escuela, pero también, de otros espacios como C.A.M.O., Vuela Semilla, la cátedra de teatro de objetos de Manu Méndez, Romina Pereyra de la CTA (Secretaria de Género de la sección Matanza), Sebastián Fondovila del Movimiento Proyecto Popular, entre otros. Te invitamos a ser parte de Viva la Pepa así te consideres, varón, mujer, ninguna de las dos cosas, o, las dos. La idea es construir un espacio abierto a la participación de todos y todas. Post data: El nombre es un homenaje a la Pepa Gaitán una cordobesa asesinada por el padre de su novia por ser lesbiana.