El busto del ex presidente Néstor Kirchner que acompañaba a los de Juan Domingo Perón y Eva Duarte en la Plaza San Martín de Morón fue quitado este viernes. Opinión por Pablo Ayala.
Eva Perón fue enterrada en el cementerio de Milán luego de que su cadáver fuera vejado y golpeado y que la dictadura gorila autodenominada "Revolución Libertadora" fuera acosada por la Resistencia Peronista que dejaba flores y velas cada vez que encontraba el escondite del cuerpo. Por gestión del Vaticano fue enterrada como María Maggi de Magistris. Una monja quedó encargada de cuidar la tumba. Durante 15 años le llevó flores pensando que se trataba de una viuda sin familia. Murió sin saber que había cuidado a Evita.
Se dice que el militar que la custodiaba se había obsesionado con ella. La llamaba "mi mujer". Se dice que pecó contra Dios. Una noche escuchó ruidos. Pensó que la resistencia le quería quitar al objeto de su obsesión. Disparó en la oscuridad al bulto. Cuando se acercó comprobó que era su esposa la que yacía muerta a tiros. Había bajado a ver porque su marido se pasaba las noches fuera del lecho matrimonial.
La maldición de Evita comenzaba.
Más adelante, cuando otra dictadura gorila llamada "Revolución Argentina" quería negociar con Perón en Madrid para que desautorizara a la guerrilla, como muestra de "buena voluntad" le devolvieron el cadáver de su esposa que habían robado 16 años antes de la CGT. Se dice que cuando el camión que transportaba el cuerpo traspasó la frontera francesa hacia España el camión chocó y los guardias que lo custodiaban con su bayoneta calada murieron atravesados.
El cajón estaba intacto. En Morón un sombrío director de escuela pidió sacar el busto de Néstor Kirchner de la plaza principal, pero la parca no le permitió ver ese deseo cumplido. Se lo llevó antes.
Ojo con Néstor, gorilas.
Que, como Eva, no perdona.